El cuello es una zona que se sobrecarga con mucha facilidad. Las causas de esta sobrecarga pueden ser variadas. El estrés diario y las preocupaciones tensan nuestro cuerpo, siendo la zona de hombros y cuello en la que suele verse reflejado habitualmente. También puede deberse como consecuencia de determinadas dolencias, posturas o hábitos.
La rigidez en esta zona, además de resultar poco o nada agradable, puede acabar desencadenando otro tipo de molestias o dolencias. Por ello, es importante cuidar de nuestra higiene postural a la hora del descanso, la realización de tareas del hogar o en nuestro lugar de trabajo. Si quieres ampliar información, también puedes visitar nuestro artículo «Higiene postural para la columna: ¿cuál es la forma más adecuada de levantar peso?».
Aquí te dejamos algunos ejercicios para movilizar y estirar el cuello. De esta manera también estiraremos cervicales, evitando su saturación y posibles lesiones.
Alargamiento de cervicales o el «Sí»
Este ejercicio podemos realizarlo de pie, sentados o tumbados sobre una esterilla. Tomando aire, dirigiremos suavemente la barbilla hacia abajo sin llegar a tocar el pecho. Soltando el aire, miraremos ligeramente hacia arriba sin colapsar las cervicales. El movimiento es muy pequeño y, en todo momento, debemos movilizar como si estuviésemos apoyados en una pared, así evitaremos echar en exceso la cabeza hacia atrás.
Rotación de columna acompañada de giro de cabeza
Sentados en el suelo con las piernas flexionadas en indio. Con los glúteos bien apoyados, sintiendo nuestros isquiones en tierra, y nuestra coronilla proyectando a techo para conseguir una buena elongación de la columna. Con la mirada al frente, tomaremos aire y, exhalando, rotaremos el torso hacia nuestro costado derecho. Al movimiento lo acompañan nuestros brazos: el brazo derecho girará hacia atrás y el izquierdo se posa sobre nuestra rodilla derecha para darle una mayor intensidad al estiramiento. La cabeza acompaña al tronco. No debemos olvidar que consiste en un giro sobre nuestro propio eje, no perdemos la alineación de la espalda. Tomando aire, volvemos a nuestra posición inicial y repetimos hacia el otro lado. Siempre movimientos lentos y escuchando nuestro cuerpo.
Medio círculo de cuello
Para realizar este ejercicio podemos colocarnos tanto en posición de sentado como de pie. Es perfecto para la movilización del cuello y liberar la zona cervical. Comenzamos con posición inicial de espalda recta, hombros alineados y coronilla proyectando a techo. Tomamos aire por la nariz mientras miramos a nuestro lado derecho, sólo moviendo la cabeza. Mientras soltamos el aire por la boca, realizamos medio círculo con la cabeza desplazando nuestra barbilla de hombro a hombro, pasando por el pecho, sin llegar a tener contacto con ellos. De esta manera nuestra cabeza se inclinará hacia delante, alargando cervicales por detrás. Repetimos varias veces este movimiento, con calma y siguiendo la respiración. Recordemos que no se trata de desplazar nuestro cuello a modo de «tortuga», sino de sentir que alargamos hacia arriba, como si tirasen un poquito de nosotros.