En un día a día frenético donde se recorren largas distancias, existen muchas posibilidades en las que necesites utilizar una rodillera. Su uso es bastante frecuente por la población adulta, pero debemos tener en cuenta que no todas las rodilleras son adecuadas y favorecen una solución a todos los problemas.
Las rodilleras son diferentes, como lo son los problemas que puedan surgir en las rodillas. Es por ello, que debemos elegir bien nuestras órtesis habiendo detectado cuál es nuestra dolencia. Existen varios tipos de lesiones por las que puedes llegar a necesitar el uso de una rodillera.
Las dolencias más habituales en las rodillas son:
- Las rodillas están expuestas a mucha actividad todos los días. Es una zona del cuerpo donde se provocan una gran cantidad de lesiones y a la que hay que prestarle una mayor atención por este motivo. Podemos encontrar que los principales problemas en esta parte del cuerpo son:
- Las lesiones de menisco
- La tendinitis, la cual si no tratas en una pierna de manera eficaz una vez se manifiesta, puede derivarse en una tendinitis en la rodilla de la pierna en la que no tenías problemas. Es muy importante darle especial atención a una tendinitis y seguir todos los pasos de médicos que traten tu dolencia al pie de la letra.
- La bursitis
- La artrosis, padecida generalmente por los más mayores. Las tasas de pacientes de artrosis en las rodillas, disminuyen con el paso del tiempo con la evolución médica y humana; sin embargo es una dolencia que puede tener terribles consecuencias para el cuerpo.
- Las lesiones traumáticas provocadas por accidentes, golpes o factores externos
El reumatismo, el cual, no tendrá la misma evolución ni se manifestará de la misma forma que el resto de lesiones y dolencias de esta lista. Cada una de ellas, tiene unos síntomas y una forma diferenciada. Es por ello que será necesario que la rodillera que utilicemos para paliar el dolor o continuar con nuestro día a día, esté acorde con las necesidades de cada una de ellas.
Tipos de rodilleras
Según su capacidad de sujeción, encontramos diferentes rodilleras que podemos utilizar en el mercado. Este grado de sujeción nos ayudará con nuestra dolencia si lo elegimos bien. Debemos atender a que si elegimos una rodillera que tenga una sujeción muy fuerte, puede provocar que la circulación sanguínea no sea la favorable para la recuperación de nuestra lesión o dolencia y este, sería un perjuicio que no solo provocaría una rehabilitación más lenta, sino que puede agravar la situación.
Existen rodilleras de compresión que tienen diferentes grados como hemos comentado. Estas serían las rodilleras de compresión de:
- Sujeción suave: estas rodilleras favorecen la circulación sanguínea
- Sujeción media: con mayor compresión, nos ofrecen también que la circulación sanguínea no se vea afectada de ninguna forma. Su compresión es mayor pero en ocasiones es lo indicado.
Existen rodilleras con otros elementos como los cuadros de sujeción con estructuras metálicas para lesiones de un mayor calibre.