La demencia senil es una enfermedad crónica que se va manifestando de forma progresiva en fases más o menos veloces. Se trata de una enfermedad cuya gravedad o velocidad de progresión depende de las características de cada persona y del tipo de demencia que sufre. Es normal ser un poco olvidadizo a lo largo de la vejez. No obstante, la demencia es un trastorno que va más allá de ser olvidadizo. Hoy Serviasistente quiere hablarte sobre esta enfermedad y darte unos consejos sobre como hay que cuidar a las personas con demencia senil.
Antes de comenzar a hablar sobre los síntomas de esta enfermedad empezaremos hablando sobre los tipos de demencia que hay. La primera enfermedad que a cualquiera le viene a mente cuando hablamos de demencia senil es el Alzheimer. Esta es la causa principal de la demencia. No obstante también hay otras causas como la demencia con cuerpos de Lewy. Esta enfermedad provoca una acumulación de una proteína en algunas partes del cerebro formando placas denominadas cuerpos de Lewy. Esta enfermedad tiene un diagnóstico complicado.
La demencia frontotemporal provoca una degeneración de las células nerviosas y de las conexiones con el lóbulo frontal y temporal. Este tipo de demencia altera el comportamiento del paciente y limita su capacidad de comunicación. Las demencias seniles secundarias son otro tipo de demencia pero son provocadas por otras causas. Podemos distinguir entre la vascular (cuando se obstruyen los vasos sanguíneos o una lesión por una hemorragia o infarto cerebral) y la de Parkinson, que aparece cuando esta enfermedad evoluciona.
¿De qué depende la demencia senil?
Los síntomas de la demencia senil dependen de cada paciente pero lo normal es que esta enfermedad afecte a la mayoría de las funciones mentales: emociones, personalidad, memoria, comunicación, pensamiento, juicio y percepción de la realidad. Cuando la enfermedad afecta a las facultades cognitivas el paciente tendrá limitaciones a la hora de tomar decisiones y perderá agilidad mental. En definitiva, cuando los pacientes sufren esta enfermedad no se verán capaces de vivir de forma independiente y realizar acciones cotidianas (comer, ir al baño, ducharse, etc).
¿Es posible prevenir la aparición de esta enfermedad? A pesar de que no es posible prevenir una demencia senil genética o con predisposición, si es posible retrasar su aparición. Esto se puede conseguir evitando la hipertensión, la diabetes, el consumo de tabaco y la obesidad. Otra forma de paliar esta enfermedad es mediante algunos tratamientos. Hay algunos fármacos que mejoran la calidad de vida de las personas que sufren demencia senil pero también se pueden realizar terapias ocupacionales y ejercicio físico.
Cuando la enfermedad ya está afectando al paciente y no hay manera de detenerla, el papel del cuidador es muy importante. El cuidador debe ir tomando el control de los hábitos de vida diarios del paciente según vaya avanzando la enfermedad de forma gradual y no interfiriendo en la independencia. Se trata de buscar un equilibrio entre las necesidades que tenga la persona con demencia senil y las aptitudes que tenga. Otra recomendación es ir realizando ejercicios para estimular su agilidad mental.