• mayo 13, 2022

¿Es malo que nos crujan los huesos?

¿Es malo que nos crujan los huesos?

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Que los huesos nos crujan es algo habitual, tanto en mayores como en pequeños. Normalmente se producen en las zonas del cuello, las manos y las rodillas. En ocasiones, puede llegar a preocuparnos, pero no tiene por qué ser un mal síntoma. La cuestión principal que debemos plantearnos es si va acompañado de dolor. En el caso de que sea así, sí que deberemos revisar a qué puede deberse. Si, por el contrario, no nos produce dolor alguno, suele tratarse de chasquidos normales.

¿Por qué se producen?

El crujir o chasquido de huesos se produce por la cavitación. Este fenómeno consiste en la liberación de gases en el líquido sinovial, que es el líquido de las articulaciones. Cuando las burbujas de estos gases explotan, es cuando se produce este sonido tan característico.

Por lo tanto, se trataría de algo completamente normal, sobre todo cuando nos levantamos por las mañanas. ¿Por qué? Porque cuando las articulaciones permanecen un tiempo sin moverse, se produce una acumulación de gas, limitando el movimiento. Esto explicaría que, en muchas ocasiones, al crujirnos sintamos una sensación de alivio.

Cuando va acompañado de dolor

Como hemos indicado, si va acompañado de dolor sí que deberíamos acudir a nuestro médico para estudiar a qué pueden deberse. Algunas de las causas pueden ser:

Luxaciones articulares o subluxaciones

Esto se produce cuando dos huesos que, unidos, forman una articulación, dejan de estarlo.

Cuerpos libres articulares

También son conocidos como ratones articulares. En este caso, hay fragmentos de cartílago que están libres, de manera que a veces se interponen entre ambos huesos. Pueden generar el chasquido y, en ocasiones, el bloqueo de la articulación. De manera habitual necesitan intervención quirúrgica. También son frecuentes en dolencias como la artrosis.

Articulaciones en resorte

Normalmente se produce en los dedos y en la cadera. En el primer caso, se produciría como consecuencia de un engrosamiento de una polea, la cual impediría el adecuado paso del tendón. En el segundo, es producto del salto del músculo tensor de la fascia sobre el trocánter del fémur.

Hiperlaxitud

Cuando existe una elasticidad excesiva, el chasquido se produce por el movimiento y la recolocación que se produce en los tendones debido a ella. Se puede dar en algunas enfermedades, como en el síndrome de Ehlers-Danlos.

¿Cómo prevenirlos?

En el caso de que no haya dolor ni patología, es recomendable hidratarse bien y acudir de forma periódica a un fisioterapeuta para que nos ayude a liberar un poco la musculatura, así como a aumentar la capacidad de movimiento de nuestras articulaciones.

Si los chasquidos nos resultan molestos, siempre se puede optar por una infiltración de ácido hialurónico, que ayudaría a mejorar el funcionamiento de nuestra articulación. En cualquier caso, siempre es recomendable acudir a un profesional para que nos revise y aconseje.