La lesión del ligamento cruzado posterior, también conocida como lesión LCP es una de las lesiones más frecuentes en personas de entre 20 y 30 años y la mayoría son hombres. En este post veremos como podemos paliar esta lesión y cómo podemos tratarla.
La lesión del ligamento cruzado anterior es un esguince o un desgarro en ese ligamento, uno de los más importantes que hay en la rodilla. Este ligamento se puede lesionar mientras practicamos deportes en los que realizamos movimientos repentinos cambiando de dirección al saltar y caer con los pies. Uno de los deportes más comunes en los que surge esta lesión es el futbol, el baloncesto y el esquí alpino. Cuando los deportistas (o no deportistas) sufren este desgarro notan un chasquido en la rodilla, después notan que la zona se hincha y duele al soportar el peso del cuerpo.
Según la gravedad de la lesión el paciente necesitará descansar y realizar ejercicios para recuperarse de la lesión y mejorar la fuerza y la estabilidad del ligamento posterior. También es posible que el paciente, si tiene una lesión más grave, necesite realizar una cirugía para reemplazar el ligamento desgarrado. Después de la cirugía el paciente necesitará rehabilitación para recuperar la fuerza y la estabilidad en el ligamento. Los síntomas más comunes de la lesión del ligamento cruzado anterior es el chasquido fuerte, el dolor intenso, la hinchazón, pérdida de movilidad e inestabilidad.
Factores de riesgo que precisan del uso de rodilleras
Hay una serie de factores de riesgo para sufrir la lesión del ligamento cruzado y uno de ellos es la práctica de deportes. Por ese motivo es muy importante prevenir que esta lesión ocurra. Para prevenir las lesiones del ligamento es muy importante protegerse de ciertos movimientos que realizamos durante la práctica de deportes. Una forma de protegerse mientras practicamos ejercicios es utilizando rodilleras deportivas. En nuestra tienda online tenemos una gran variedad de rodilleras que pueden darte estabilidad mientras practicas deporte o pueden ayudarte a rehabilitarte de lesiones como la del ligamento.
Para prevenir lesiones mientras practicas deportes como el baloncesto o el fútbol puedes utilizar la rodillera estándar o la estándar abierta. La diferencia entre estas rodilleras es que la abierta tiene una pequeña apertura en la rótula para darte más movilidad. No obstante, las dos te aportarán estabilidad para que no te lesiones mientras haces movimientos de torsión repentinos. Para recuperarte de la rodilla dañada puedes utilizar la rodillera articulada con flejes para más estabilidad.