Levantarse, sentarse, caminar, agacharse, son muchas las actividades diarias que las personas independientes realizamos. No obstante, a persona con una dependencia parcial o total puede suponer un gran esfuerzo e incluso una tarea imposible de realizar. Si somos cuidadores o familiares de estas personas con cierta dependencia necesitaremos conocer las técnicas adecuadas para ayudarlos a levantarse con toda la seguridad posible.
Es muy importante prestar atención a todos los movimientos que realicemos para evitar accidentes y lesiones (tanto en la persona que cuidamos como en nosotros mismos). En caso de cuidar a una persona con una movilidad muy reducida podemos hacer uso de mecanismos de ayuda que nos ahorre el esfuerzo que realizamos al levantar a la persona, que en ocasiones puede ser un esfuerzo excesivo. Los mecanismos que podemos usar son los colchones de aire, las sillas de levantamiento, mecanismos para la evacuación y grúas de transferencia.
Pasos a seguir para levantar a una persona dependiente
Las caídas en las personas mayores o los accidentes en personas jóvenes e incluso circunstancias ajenas a los accidentes o al paso del tiempo pueden hacer que una persona no sea del todo capaz de moverse. Antes de levantar a una persona con dependencia hay que percatarse de que no tiene ninguna lesión que pueda empeorar su situación a la hora de manipularlo. Si no hay lesiones podemos levantar a la persona con dependencia de forma ligera, sin hacerlo demasiado deprisa, ya que, en muchas ocasiones, al levantarnos demasiado rápido podemos marearnos un poco.
Lo más importante es colocar la silla o el andador lo más cerca posible de la cama para realizar la distancia lo más corta posible. Para levantar a la persona con dependencia nos colocamos ante ella con la pierna que tenemos más fuerte hacia delante. Posicionamos las manos en la cintura para agarrar bien a la persona. Es muy importante que, a la hora de hacer el esfuerzo, levantemos a la persona ayudándonos de la fuerza de las piernas y no de la espalda. Tenemos que guardar la postura correctamente.
Por último, te aconsejamos que a la hora de realizar el esfuerzo, no dobles la espalda ni hagas giros o torsiones. Cuando giramos o doblamos la espalda perdemos fuerza. Otro consejo que te damos es que la persona que tiene una movilidad reducida o nula utilice unos zapatos antideslizantes para que sus pies no se resbalen a la hora de moverlo de la silla o la cama.