Muchas de las personas empleadas en servicios de cuidado de personas mayores en Serviasistentes cuidan de alguien que sufre ataques de pánico. A lo largo de este artículo explicaremos algunas cuestiones sobre ellos, ya sea para el caso de que los sufra la persona que está a tu cuidado, o tú mismo por cualquier razón.
Un ataque de pánico es una sensación de ansiedad repentina e intensa. Los ataques de pánico también pueden tener síntomas físicos, como agitación, sensación de desorientación, náuseas, latidos cardíacos rápidos e irregulares, sequedad de boca, dificultad para respirar, sudoración y mareos.
Los síntomas de un ataque de pánico no son peligrosos, pero pueden ser muy aterradores. Pueden hacerte sentir como si estuvieras teniendo un ataque al corazón, o que vas a colapsar o incluso morir. La mayoría de los ataques de pánico duran de cinco minutos a media hora.
Cómo manejar un ataque de pánico
En el momento en el que creas que estás comenzando a sufrir (o que una persona a tu cuidado está empezando a sufrir) un ataque de pánico, es esencial intentar que el miedo a los ataques del pánico no te controle.
Casi cualquier persona ha sufrido o sufrirá un ataque de pánico en algún momento, pero eso no quiere decir que algo peligroso suceda. En la mayoría de los casos, los síntomas que está experimentando son causados por la ansiedad.
En el momento en el que el ataque comienza, no abandones la situación hasta que la ansiedad haya disminuido. Enfréntate a tus miedos. Si huyes de ellos, el problema no va a solucionarse, sino a posponerse.
A medida que la ansiedad comience a desaparecer, comienza a centrarte de nuevo en tu entorno y a seguir con tu vida. Es también importante tener a alguien al lado cuando suceda, que te asegure que el ataque pasará y que no tienes de qué preocuparte.
Maneras de prevenir los ataques de pánico
Necesitas tratar de averiguar qué estrés en particular podría empeorar tus síntomas. Es importante no restringir tus movimientos y actividades diarias. Además, hacer ejercicios de respiración todos los días ayudará a prevenir ataques de pánico y aliviarlos cuando estén ocurriendo.
El ejercicio regular, especialmente el ejercicio aeróbico, te ayudará a manejar los niveles de estrés, liberar la tensión, mejorar tu estado de ánimo y aumentar la confianza.
Comidas regulares estabilizarán tus niveles de azúcar en la sangre. Evita la cafeína, el alcohol y el tabaquismo, ya que pueden empeorar los ataques de pánico.