Mantener nuestra silla de ruedas en buen estado es sinónimo de una mayor facilidad para nuestra movilidad, así como de aumento de nuestra seguridad. Por otra parte, también estaremos alargando la vida útil de nuestra silla de ruedas, de manera que también beneficiará a nuestro bolsillo.
¿Cada cuánto tiempo debemos revisar nuestra silla de ruedas?
El tiempo entre una revisión y otra puede variar según el tipo de silla que tengamos y el uso que le demos. También debemos tener en cuenta que hay elementos que sufren un desgaste mayor que otros, por el tipo de función de desempeñan.
Estos elementos pueden ser las cubiertas y cámaras de las ruedas, el respaldo, los frenos y las partes móviles. Por lo general, lo ideal es que se revisasen una vez al mes. De forma trimestral podrían revisarse los ejes de liberación, el sistema antivuelco, el reposapiés, la limpieza del armazón de la silla y las tapicerías.
¿Cuáles son los elementos clave que debemos revisar?
Los componentes que debemos revisar de manera asidua son:
Frenos
Nadie mejor que el usuario de la silla de ruedas sabrá detectar mejor los posibles problemas que surjan en el funcionamiento de los frenos. A pesar de esto, es aconsejable revisarlos semanalmente.
Los frenos pueden perder efectividad por estar mal colocados, mal ajustados o por una baja presión de las cubiertas. Otro aspecto que le puede perjudicar es que las cubiertas tengan agua. Es importante revisar estos puntos, para evitar perder calidad en el frenado.
Ruedas delanteras
Las ruedas delanteras juegan un papel fundamental, por lo que hay que prestar mucha atención al estado de las mismas, si están bien ajustadas y si funcionan correctamente.
De forma habitual, podemos encontrar problemas a la hora de que la silla se mueva con fluidez o su trayectoria no sea recta, desviándose ligeramente hacia un lado o hacia el otro. Para evitar esto es importante revisar que estén bien ajustados el juego y el ángulo de las ruedas, observando que ambas tocan el suelo y giran sin dificultad.
Cubiertas y cámaras
Otro de los elementos fundamentales son las cubiertas y las cámaras. La presión en ellas debe ser la adecuada ya que, si no lo es, puede generar problemas en la funcionalidad de la silla. Si tienen poca presión la resistencia en el rodamiento será mayor, por lo que aumentará el esfuerzo necesario para poder desplazarnos. Por el contrario, si la presión es muy alta, además de que podría estallar, el desgaste de la misma se produciría de forma irregular.
Para saber la presión correcta deberemos revisar la cubierta de la rueda, ya que en ella suele venir impresa.
Consejos de mantenimiento
- Revisar de forma asidua las cubiertas y frenos.
- Comprobar periódicamente que los tornillos están correctamente fijados.
- Hacer uso de detergentes suaves para el lavado de la silla, siguiendo las indicaciones del fabricante si las hay.
- Utilizar sólo piezas originales o autorizadas por el fabricante.
- Limpiarla y secarla bien cuando se moje o se manche, evitando guardarla con humedad.
- Para facilitar su desmontaje y el movimiento de las partes móviles, aplícale aceite lubricante en estos y en los ejes. Depende del uso que le demos, pero aproximadamente cada dos meses.
- Si la vamos a guardar durante una larga temporada, es mejor cubrirla y dejarla resguardada del sol y los cambios de temperatura.