800.000 personas sufren Alzheimer en España, según la Sociedad Española de Neurología. Es destacable que en nuestro país la población está generalmente envejecida, pero a pesar de ser una enfermedad que siempre se ha relacionado con la edad avanzada, no es siempre algo inevitable. La genética, un factor que tampoco podemos cambiar, solo se da como causa en un 1% de los casos.
La causa principal se da por cambios neurológicos y puede estar un largo tiempo sin manifestar ninguna afección. Cuando la enfermedad se manifiesta, su sintomatología se puede resumir en demencia. Estos síntomas pueden tener algunos cuidados paliativos y quizás preventivos.
La mayoría de las personas que conocemos tienen alguna relación directa o indirecta con esta enfermedad.
Pero un escaso número de estas personas saben que hay muchas cosa que podemos hacer a diario para prevenirla o retardar su aparición. Lamentablemente esta enfermedad es irreversible y aún no se han descubierto remedios o formas de modificar estos cambios neurológicos que producen este tipo de pérdidas neuronales.
Por otra parte, hay muchas afecciones que si aparecen con el tiempo puede hacer que esta enfermedad aparezca antes o haga más rápidos sus avances. Serviasistentes enumera algunas de las afecciones o malos hábitos que deberías evitar: un descontrol en la diabetes, un colesterol alto, la obesidad, el consumo de tabaco y el sedentarismo.
Las personas fumadoras sufren un 45% más de riesgo de padecer esta enfermedad. Estos malos hábitos pueden interferir negativamente en la salud de nuestro cerebro. Cuidar el corazón podría ser el paso principal para proteger nuestro cerebro de esta enfermedad. Si evitamos esos malos hábitos y mejoramos nuestro estilo de vida podemos combatirla.
Los hábitos de vida
La alimentación es importantísima: podemos evitar la oxidación de las células; el alcohol, por lo contrario, puede resultar ser nuestro obstáculo principal a la hora de combatir y prevenir esta enfermedad.
Dormir correctamente es fundamental. Descansar nuestro cerebro es la manera más esencial de ayudar a que el cerebro se deshaga del amiloide beta, un químico desencadenante del Alzheimer.
Aportar a nuestro cerebro la actividad neurológica necesaria es también una manera de prevenir la demencia. Hay que mantener la mente activa, ponerle pruebas, ejercitarla. Puede resultar irónico, pero los rompecabezas pueden ser la clave para mantener tu cabeza sana. Aprender un nuevo idioma, deshacer acertijos, aprender a tocar algún instrumento, etc.
Como antes hemos mencionado, el Alzheimer es una enfermedad cuyos procesos empiezan hasta 20 años antes de la aparición de sus síntomas. Por lo tanto, muchos estudios clínicos han demostrado que el fracaso en su tratamiento no han sido los fármacos, sino la administración tardía de ellos. Por esa razón, modificar el ciclo de la enfermedad con antelación podría ser la clave de la cura. Aun cuando la persona no presenta síntomas de demencia, al mínimo cambio neurológico que presente el paciente se debería comenzar a tratarlo. De esta manera se podría prevenir, frenar o al menos hacer más lento el proceso, de forma progresiva.
Por último, socializar mantiene nuestro cerebro activo y sano. Es una de mas mejores maneras de proteger nuestro cerebro.