Un 2 % de las personas de nuestra población necesita seguir un proceso médico para evitar la coagulación. Y la mayoría de este porcentaje son mayores de 65 años.
Los anticoagulantes son un tipo de tratamiento utilizado para evitar que la sangre forme coágulos, para de esta manera, evitar que el paciente sufra una trombosis. Pero este medicamento debe tener un seguimiento cuidadoso ya que su efecto excesivo puede causar hemorragias.
Antes de empezar con las recomendaciones, recordemos que los anticoagulantes se pueden administrar de diferentes maneras y para un gran abanico de diagnósticos. Se pueden administrar para pacientes que sufren arritmias. Suele ser la causa más frecuente. También se puede emplear para tratar a personas que tienen una prótesis en el corazón para evitar que sufra una embolia pulmonar. También se puede emplear para prevenir infartos o accidentes cerebrovasculares.
¿Qué ocurre en nuestro cuerpo durante el proceso de la coagulación?
Cuando ocurre esto, las plaquetas se unen a la sangre y junto a ciertas proteínas, pasa de estado líquido a una textura gelatinosa, formando un coágulo. El coágulo se pega a la pared venosa infiriendo el ciclo sanguíneo. La coagulación es un proceso natural que sigue nuestro cuerpo para curar nuestras heridas, pero un exceso de ella puede ser extremadamente perjudicial.
Para comenzar, no cabe duda de que lo más importante a la hora de tomar este medicamento es cuidar la dieta y evitar los malos hábitos como el tabaco y el alcohol. En cuanto a la dieta, es posible que un exceso de la vitamina K haga que el medicamento anticoagulante pierda su efecto. Esta vitamina acelera el ciclo de coagulación de la sangre. Por este motivo, hay que limitar el consumo excesivo de alimentos que contengan esta vitamina.
Recomendaciones
En Serviasistente te recomendamos que el uso de este tipo de tratamientos se vayan controlando cada 4 semanas de forma cíclica por un medico o enfermero. De esta manera podemos saber si el medicamento sigue haciendo su función correctamente o debe ser cambiado por otra dosis.
Por otra parte, es recomendable que el medicamento se tome a diario, a la misma hora y jamás tomar el doble de la dosis indicada en caso de olvidarse una dosis anterior.
Otra recomendación muy importante es consultar con el medico cada vez que se tenga que administrar un medicamento nuevo. Puede haber riesgo de que los medicamentos interfieran de forma negativa.
Algunos consejos que podrían ser muy útiles para personas que han sufrido una trombosis es realizar el reposo con el miembro que ha sido afectado por esta patología, elevado. La movilización debe realizarse poco a poco; es muy recomendable que pasado cierto tiempo, el paciente realice algún ejercicio ligero y de muy poco impacto, teniendo en cuenta sus limitaciones. Durante el baño es muy aconsejable utilizar agua fría durante al menos unos 20 segundos ya que el agua caliente o la exposición al calor de manera prolongada puede ser perjudicial para personas con esta afección. Cualquier síntoma preocupante es un motivo urgente para acudir al médico.