El cerebro es como la sala de mandos del cuerpo humano. Aunque el cerebro solamente supone un 2% del peso corporal es un órgano importante y necesita el 25% de la sangre bombeada por el corazón y consume asimismo un 25% de la energía. Para que las neuronas funcionen correctamente se requiere una gran cantidad de oxígeno y glucosa.
El ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta los vasos sanguíneos que van hacia el cerebro. Ocurre cuando uno de esos vasos sanguíneos se rompe y se tapona por un coágulo. La consecuencia de este efecto es que el cerebro no consigue el oxígeno y la glucosa necesaria por lo que esa zona deja de funcionar y muere.
Cuando el aporte sanguíneo falla se origina la disfunción cerebral y los síntomas pueden variar según la zona del cerebro que haya sido afectada. Actualmente se ha observado una disminución en la edad de las personas que se han visto afectadas por esta enfermedad. Pero, ¿cuáles son las causas de esta dolencia?
La primera causa es la edad. A medida que una persona va avanzando en edad hay más probabilidades de sufrir esta enfermedad. Pero los riesgos comienzan a partir de los 55 años y por cada década el riesgo aumenta el doble. Aunque la enfermedad es más frecuente en personas mayores de 65 años, cada vez más los jóvenes adultos sufren esta enfermedad debido a los malos hábitos (tabaco, alcohol, drogas, colesterol. Obesidad, diabetes, estrés, etc).
Factores de riesgo en la aparición del ictus
En cuanto al género, los varones sufren con más frecuencia Ictus. Sin embargo, en la franja de edad de 35 a 44 años, es más frecuente que las mujeres padezcan esta enfermedad. El riesgo que corren las mujeres a esa edad suele ser aumentado por el uso de anticonceptivos orales. Si eres una mujer en esa franja de edad, fumadora, hipertensa, con obesidad, colesterol o con migrañas, deberías tomar precauciones.
El tabaquismo es uno de los factores causantes de esta enfermedad. Cuanto más cantidad de cigarrillos se fumen al día, más posibilidad hay de sufrir un ictus. El riesgo comienza a partir de los 20 cigarrillos diarios. Las drogas son otro factor de riesgo ya que aumenta las posibilidades el doble en comparación con estar afectado por un accidente cerebrovascular. Dejar de fumar o reducir el consumo de tabaco y suprimir el consumo de drogas reducirá la probabilidad en números significantes.
El sedentarismo y la obesidad son dos factores que perjudican mucho la salud y multiplican el riesgo en un 2,5% y en un 1,5% respectivamente. El sedentarismo afecta a la salud del corazón y la circulación de la sangre provocando obesidad y diabetes. Por su parte la diabetes aumenta la probabilidad de sufrir un ictus 6 veces más que al resto de la población que tienen un nivel de azúcar en la sangre normal.
La genética de las personas es otra de las causas que dan lugar a esta enfermedad. Si se da el caso de que la herencia es por parte de padre, el riesgo aumenta un 2,4%. En caso de que sea de parte de madre, se reduce a un 1,4%. En caso de que sea un hermano el que ha sufrido esta enfermedad el riesgo aumenta un 60%. Por lo tanto, si este es tu caso, lo mejor que puedes hacer es cuidarte y reducir los factores que hemos mencionado antes.