Contratar a una empleada doméstica es una excelente forma de conseguir que tu casa se vea fantástica, conseguir más tiempo para ti y deshacerte de toda una serie de tareas de casa que no quieras o no puedas hacer.
Si nunca has tenido una asistenta dentro de tu hogar, es posible que no sepas cómo debes actuar. Es una experiencia nueva, y no eres el único que nos ha preguntado cómo hacer que la experiencia sea agradable tanto para ti como para tu empleada doméstica. A continuación te ofrecemos algunos consejos de etiqueta que te permitirán evitar que la situación se convierta en incómoda o desagradable.
Limpia un poquito el desorden antes de que venga tu asistenta
No se trata de que hagas tú el trabajo que deberá hacer ella, sino más bien de que hay cosas que deberías hacer tú, como recoger los papeles del trabajo o el correo que tengas disperso por ahí o colocar aquellos pequeños objetos que te gusta que estén en un lugar concreto donde deben estar para que ella no los ponga en un sitio que después te cueste encontrar.
Entabla con tu empleada doméstica un diálogo formal y coméntale tus preferencias
A todos nos gustan las cosas de cierta manera, y más en nuestro hogar. Ciertas habitaciones necesitan más atención, y es posible que desees limpiar ciertos objetos de una forma específica. Si no le explicas cómo debe hacer las cosas para que estén a tu gusto no lo sabrán (después de todo, son empleadas domésticas, no adivinas). Así que entabla un diálogo formal pero comunicativo con tu asistenta y dale instrucciones claras.
Obviamente, no se trata de que le expliques cómo limpiar las ventanas o cómo barrer el suelo, sino más bien de cómo y dónde debe guardar cada cosa o cualquier otra indicación que ella no tiene por qué saber, ya que en cada casa las cosas se hacen de una manera.
Respeta el tiempo de tu empleada doméstica
Mantener una charla amable con tu empleada doméstica puede ayudaros a conoceros mutuamente y a entablar cierta confianza, pero no deberías extenderte demasiado. Al fin y al cabo seguramente le pagarás por horas, y mantener una larga conversación no sólo te saldrá caro, sino que también perderás un tiempo precioso que tu empleada podría haber utilizado para sacar un sinfín de tareas mucho antes.
Contacta con nosotros si estás pensando en contratar una empleada doméstica pero tienes algunas dudas sobre cómo hacerlo de forma ética y legal. En Serviasistente nos ocuparemos de gestionar todo por ti para que tú sólo tengas que preocuparte de lo que de verdad importa.